Un año de viaje por Suramérica
Rumbo al sur
Río Gallegos
Pollo: No lo creía. Que emoción llegar a tan mágico lugar y saber que estábamos tan lejos de todo. Las horas pasaron y en un abrir y cerrar de ojos; LLEGAMOSSSSS ja,ja,ja, pío,pío,pío. El Fin del Mundo, Tierra del fuego, La Patagonia….
Rada
Tilly
Miguel: La aventura continúa y esta vez nos
acercamos más al final del continente y al cumplimiento de una etapa del viaje.
Una vez más avanzamos por la ruta 3 de Argentina que nos llevaría hasta Rada
Tilly, una pequeña ciudad de verano muy cerca de Comodoro Rivadavia. Y aunque
calculamos las horas picos de los vientos, nos enfrentamos a una ráfaga que nos
hizo pasar al carril contrario. Son olas de viento de alto riesgo que si se suman al paso de los camiones; logran desequilibrar la moto y por ende, a nosotros.
María: Rada Tilly es una hermosa ciudad de
pocos pobladores que pasan el verano o visitan ese lugar por pocos días. Los
vientos no se hacen esperar, la magia de tener el mar cerca y poder caminar por
la playa con un poco de sol pero con agua fría la hacen especial.
Pollo: Me encantó hacer un corto
voluntariado, meditar y compartir con personas de Argentina y europeos. Conviví
con una perra llamada Moka que me alegró los días de viento y también pude
salir a darme un chapuzón en el mar patagónico ja, ja, ja, pio,pio,pio.
Miguel: Nos llevamos los mejores recuerdos de
este hermoso lugar y salimos dispuestos a llegar al fin del mundo lo antes
posible.
Sabemos de lo frío que se puede convertir más al sur y por ello avanzamos a Rio Gallegos, con la sorpresa de que el viento impidió el avance en la tarde y tuvimos que dormir en una estación en Puerto San Julián.
Sabemos de lo frío que se puede convertir más al sur y por ello avanzamos a Rio Gallegos, con la sorpresa de que el viento impidió el avance en la tarde y tuvimos que dormir en una estación en Puerto San Julián.
Río Gallegos
Miguel: Después de avanzar durante kilómetros
por la ruta 3 que se caracteriza por tener muchos animales como Guanacos,
avestruces, zorros y armadillos; además del terrible viento, logramos llegar
sanos y salvos a un hogar con personas lindas y muchos animales que se querían
comer a pollo.
Pollo: Pude sobrevivir porque me escondí.
Salí pocas veces y los chicos estuvieron departiendo con la familia que
entusiasta por las aventuras narradas, les planteó la idea que fuese a dedo a
Ushuaia y María como siempre, no lo pensó dos veces y armó equipo para irnos a
dedo. Ja,ja,ja, pío,pío,pío.
María: Un día antes de salir de Río Gallegos
se dio el peor viento que he visto. La puerta que da paso a la calle parecía que se iba a
partir en dos y el sonido replicaba en toda la casa. La moto que estaba
estacionada en el parqueadero, por un momento empezó a girar y terminó en el piso. Eso
hizo que los nervios se alteraran y siguiera la sugerencia de hacer dedo para
ir a Ushuaia. En pocas horas guardamos la moto, deshicimos las maletas para
llevar lo justo y vivir una nueva aventura. Un poco nerviosa pero deseosa de
vivir otra experiencia, hicimos maletas y en la mañana nos llevaron a las
afuera de Río Gallegos.
Pollo: Más nervioso por la locura de estos
chicos, me sumé a hacer dedo y antes de los 5 minutos ya estábamos en un camión
chileno que se dirigía a Punta Arena. Hasta donde sé, no teníamos ni idea de
dónde nos iban a dejar y sin embargo; nos entusiasmaba la conversación, la
brisa fresca y ver un nuevo panorama desde un camión. Hasta compartimos un desayuno con nuestro nuevo amigo ja,ja,ja,
pió, pío, pío.
Miguel: Esta primera etapa fue interesante y
rápida. Nos despedimos de nuestro primer contacto con el mundo de los
mochileros y viajeros. En la ruta que se dividía entre seguir por Chile o ir
hacia el sur de Argentina, tuvimos que bajarnos y decir adiós a nuestro primer
auxiliador.
María: Decidimos caminar unos minutos y nos
recogió otro chico chileno que nos llevaría hasta la ruta que le llevaba a
Porvenir, en zona chilena. Por primera vez, pasábamos el Estrecho de Magallanes
y nos sorprendía lo sencillo y angosto que era en esa parte llamada Punta
Delgada.
Miguel: Realmente fue más de 1 hora esperando
cruzar en la barcaza y se hacía tarde. La tercera etapa era avanzar hasta Rio
Grande, pero la zona es petrolera y parecía que solamente pasaban camionetas de
trabajadores de la zona. Uno de ellos tuvo compasión y nos recogió en medio de
la nada y nos llevó a una población llamada Cerro Sombrero.
En el parador de autobuses esperamos horas pero nadie diferente a camionetas de trabajadores de petróleo pasaba por ahí. Más tarde supimos que debíamos avanzar unos 10 kilómetros hasta la siguiente garita para tener opciones de que viajeros argentinos nos pudiesen ver y llevar. Para ese momento ya era tarde; pero no imposible avanzar. Por los vientos parece que el cruce se cerró y hasta la noche se activó el paso pero ya nadie quiso llevarnos.
En el parador de autobuses esperamos horas pero nadie diferente a camionetas de trabajadores de petróleo pasaba por ahí. Más tarde supimos que debíamos avanzar unos 10 kilómetros hasta la siguiente garita para tener opciones de que viajeros argentinos nos pudiesen ver y llevar. Para ese momento ya era tarde; pero no imposible avanzar. Por los vientos parece que el cruce se cerró y hasta la noche se activó el paso pero ya nadie quiso llevarnos.
Pollo: María tenía esperanza viva. Miguel un
poco molesto por la idea de depender de otras personas no quería quedarse ahí, e
insistía en hacer dedo sin recibir ninguna respuesta. Me uní a la idea de María
de usar el sillón para dormir y esperar un mejor día para avanzar. Dormimos en
medio de la nada y en la noche el viento hacía de las suyas contra la garita.
No pasamos frío pero tampoco era un buen plan estar ahí por mucho tiempo.
Ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Miguel: María se levantó feliz y deseosa de
avanzar a dedo. Yo, no tenía mucha confianza y aunque avanzamos unos metros para
calentarnos, nos recibió el viento. Las horas pasaban y con ello los carros,
pero ninguno quiso parar a preguntar hacia dónde íbamos. Miles de preguntas me
hice y sentí la frustración de estar en medio de la nada sin comida, agua y con
gente que pasaba en carros e ignoraba nuestras necesidades.
María: Después de hablar con Miguel y saber
que él no quería decidir, opté por cruzar a la vía contraría. Es decir; la que
apuntaba de retorno a Rio Gallego. No había pasado 10 minutos haciendo dedo
cuando una pareja nos recogió y después de contar nuestra aventura nos hicieron
partícipes de un retorno, cruce de barcaza y nuevo punto de llegada al primer
punto donde nos habían dejado el día anterior cuando se dirigían a Punta Arena.
Ellos también iban para esa zona. Gracias Lucho y Margarita, otros ángeles en el
camino. Dos minutos más tarde un ingeniero nos llevó hasta la frontera chilena
para hacer salida oficial del país e ingresar a Argentina a recuperar la moto y retornar el viaje.
Rio
Grande
María: Llegamos nuevamente a Rio Gallegos, alistamos
maletas y al día siguiente salimos antes de las 6:00 am a Rio Grande. Como
conocíamos la ruta hasta Cerro Sombrero, avanzamos, hicimos papeleo y cruzamos en barcaza que tiene un costo de 350 pesos argentinos o 4.900 pesos chilenos.
Fueron más de 600 kilómetros pero luego pudimos departir con Héctor y familia quien nos mostraría un poco la ciudad y nos dejaría pasar una agradable noche al lado de amigos y viajeros.
Fueron más de 600 kilómetros pero luego pudimos departir con Héctor y familia quien nos mostraría un poco la ciudad y nos dejaría pasar una agradable noche al lado de amigos y viajeros.
Ushuaia
Miguel: Un día emocionante empezó con la idea
de llegar a tan anhelado lugar USHUAIA. Hace 394 días que salimos de Cúcuta,
Colombia con el sueño de llegar al fin del mundo.
Pollo: No lo creía. Que emoción llegar a tan mágico lugar y saber que estábamos tan lejos de todo. Las horas pasaron y en un abrir y cerrar de ojos; LLEGAMOSSSSS ja,ja,ja, pío,pío,pío. El Fin del Mundo, Tierra del fuego, La Patagonia….
María: Conocer tan linda familia, tener el
privilegio de celebrar con ellos un año de viaje; ha sido uno de los tantos
regalos lindos que nos ha permitido la vida y el viaje por Suramérica. Visitar
Laguna Esmeralda, Glaciar Martial, recorrido por el Canal Beagle, compartir tan
linda experiencia pero saber que tendríamos que decir adiós y empezar el
retorno también provocaba unos sentimientos encontrados.
Por fin; habíamos sabido llegar al destino propuesto desde que salimos de nuestra ciudad el 20 de febrero de 2018. Gracias a tantas personas que han hecho que este viaje sea inolvidable y lleno de lindas experiencias, vivencias y mejor conocimiento de nuestra cultura suramericana. Hoy podemos agradecer a la vida por tan lindas vivencias y por atrevernos a dejar todo y vivir sin prisa pero sin pausa.
Lo que para algunos era imposible, se hizo posible al llegar a tan icónico destino.
Después de 4 días ahí, salimos hacia Chile. Pero esa es otra historia. La historia del retorno.
Por fin; habíamos sabido llegar al destino propuesto desde que salimos de nuestra ciudad el 20 de febrero de 2018. Gracias a tantas personas que han hecho que este viaje sea inolvidable y lleno de lindas experiencias, vivencias y mejor conocimiento de nuestra cultura suramericana. Hoy podemos agradecer a la vida por tan lindas vivencias y por atrevernos a dejar todo y vivir sin prisa pero sin pausa.
Lo que para algunos era imposible, se hizo posible al llegar a tan icónico destino.
Después de 4 días ahí, salimos hacia Chile. Pero esa es otra historia. La historia del retorno.
Feliz de verlos felices ♡ los queremos mucho! Que bueno que pollo sobrevivió en casa 🤭
ResponderEliminarjajaja Pollo si supo como hacerlo!!! Gracias a ustedes por ser parte de esta linda aventura. También les llevamos en nuestros recuerdos y el corazón.
Eliminarque lindo chicos ¡¡¡ que siga la aventura ¡!! saludos desde cordoba jesus maria
ResponderEliminarHa sido la mejor decisión. Gracias por el apoyo y ánimo.
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