Carretera Austral desde Chile Chico
Miguel: Cuando tomamos la decisión de salir
de Argentina con la intención de vivir la experiencia en la Carretera Austral, no
sabía lo hermoso que iba a ser. En moto se puede sentir el aire fresco y permitirme
la libertad de detenerme en cualquier lugar a observar los lagos color
turquesa, andar extremadamente lento por el placer que causa el observar los
paisajes y claro, la ruta de ripio que hay entre Chile Chico y Puerto Guadal
que ayudan a que se vaya más despacio.
María: La salida desde la ciudad de Perito
Moreno fue más que advertida y considerada la más difícil para cruzar a Chile.
Por un lado, era festivo en Argentina debido a la conmemoración de la Guerra de las Malvinas y
por otro lado; al mal estado que tiene Chile Chico y varios kilómetros de ripio.
Unos minutos de caminata nos llevaron afuera de la ciudad de Perito Moreno en Argentina. Después de otros minutos de espera, un par de soldados nos hicieron el favor de llevar hasta la frontera, no sin antes contarnos el significado de la Guerra de las Malvinas y el amor patrio que ellos tienen.
Unos minutos de caminata nos llevaron afuera de la ciudad de Perito Moreno en Argentina. Después de otros minutos de espera, un par de soldados nos hicieron el favor de llevar hasta la frontera, no sin antes contarnos el significado de la Guerra de las Malvinas y el amor patrio que ellos tienen.
Pollo: Nos despedimos de María, Isy y Conejo
ya que viajo con Miguel para que no esté solo ja,ja,ja,pío,pío,pío son las
recomendaciones de María. Salimos de primeros y unos kilómetros después, las
chicas nos alcanzaron en un carro conducido por dos soldados que les llevaron
hasta "Los Antiguos", una población hermosa, cerca de un lago y frontera de
Migración Argentina. Les dejamos ahí, haciendo papaleo y continuamos nuestra
ruta hacia la siguiente frontera de migración Chilena a pocos minutos de Chile
Chico.
María: Después de un corto trámite en
migración, cruzamos la frontera como "caminantes" y unos minutos después fuimos
auxiliados por una pareja que hizo el favor de acercarnos hasta la frontera
chilena para hacer nuestro ingreso oficial a Chile Chico. En este punto
escanearon nuestras maletas y como declaramos tener frutas, nos dieron dos
opciones: una era comerlas u otra, dejarlas para ser trituradas. Optamos por la
primera.
José María: En nuestro cruce fronterizo hemos
tenido éxito y después de unos minutos nos recogieron para llevarnos al otro
extremo de Chile Chico y salir a la Ruta Austral bordeando el hermoso y
majestuoso lago llamado General Carrera.
María: Junto a Isy teníamos la idea de subir
a un carro grande y esta vez se hizo realidad el sueño. Pocos minutos en el
lugar y un conductor de carro de carga pesada nos recogió para llevarnos a
recorrer los primeros kilómetros de la Ruta Austral y vivir desde las alturas,
el hermoso, majestuoso y peligroso camino que nos llevaría hasta Puerto Guadal.
Tuvimos suerte, porque en un camión, el viaje se hace más lento y por ende, llegamos tarde a la penúltima población. Lo bueno fue que un conocido del señor que nos llevó, nos acercó hasta Puerto Guadal al encuentro con Miguel y quien nos recibió en ese momento junto a Carlos el anfitrión.
Tuvimos suerte, porque en un camión, el viaje se hace más lento y por ende, llegamos tarde a la penúltima población. Lo bueno fue que un conocido del señor que nos llevó, nos acercó hasta Puerto Guadal al encuentro con Miguel y quien nos recibió en ese momento junto a Carlos el anfitrión.
Pollo: Desde el instante en que
ingresamos por Chile Chico, me enamoré de los paisajes y estar en Puerto
Guadal, ha sido un regalo del universo y de las locas experiencias que los
chicos han estado viviendo y que han querido compartir conmigo ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Miguel: Desde el recibimiento de Carlos; me
sentí cómodo y por ende, cada minuto en el lugar fue agradable. La población de
Puerto Guadal es hermosa, se encuentra en un punto plano junto a un hermoso
lago el cual se puede bordear y caminar unos cuantos kilómetros sin cansarse de
verle y disfrutar del paisaje, del agua cristalina y fresca que emana de los
picos de hielo que hay al fondo.
María: Hicimos varias caminatas para conocer
mejor el lugar y me llevé la mejor impresión al encontrar un paraíso en
medio de la ruta. Pudimos visitar la “Cascada El Maqui” atravesando un
riachuelo, bosque frío y caminos empinados.
Por otro lado, pudimos acceder a unas cuevas de mármol que se encuentran al borde del lago al que se puede acceder ingresando por la playa del lago.
Por otro lado, pudimos acceder a unas cuevas de mármol que se encuentran al borde del lago al que se puede acceder ingresando por la playa del lago.
José María: Los colores del otoño me gustan,
las caminatas me permiten recibir la brisa fresca de cada lugar, las charlas
con pollo me muestran el mundo y las historias de viajes que ellos han vivido y
cada día quiero seguir esos pasos para conocer más de Sudamérica y tener una
historia para contarle a Nara quien me dio la libertad de viajar y hacer mi
sueño realidad.
Puerto
Río Tranquilo
Miguel: Salí rumbo a otro paraíso llamado
Puerto Río Tranquilo. Es increíble viajar por esos paisajes y poder tener la
libertad de parar a observar lagos de colores increíbles, árboles con hojas
amarillas, naranja y hasta rojizas. Definitivamente uno de los paisajes más
hermosos hasta ahora vistos y de seguro que volvería a recorrerlos solamente
para ver los contrastes de colores en la ruta y la tranquilidad que da el viaje.
María: Con Isy y conejo supimos avanzar hasta
las afuera de la ciudad hasta ser rescatados por una pareja que estaba de luna
de miel. Y más tarde, por un par de chicos que hacen el trabajo de impulsadores.
En unas horas llegamos a Puerto Río tranquilo a casa de Robinson, un joven
carismático y enérgico que nos permitió compartir con él y sus amigos durante
tres días. Que buenos días los que pasamos ahí. Pudimos caminar cerca a la
población, hacer el tour a la catedral de mármol y disfrutar de asados y
compartir con los chicos.
Pollo: Los días en casa de Robinson fueron
relocos y cargados de historias. Con los chicos pudimos conocer la maravillosa
catedral de mármol, navegar por el lago y disfrutar de la naturaleza. Me
encantó conocer a “Pato” un excelente chef y gran persona con quien pudimos
compartir y hasta cantar ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Coyhaique
José María: Estuve con las chicas esperando que
alguien nos llevara. Sin embargo, después de casi dos horas pasó una pareja de
colombianos que aseguraron que una vez retornaran del paseo a la catedral de
mármol y si aún seguíamos ahí, nos llevarían hasta Coyhaique. Fue así como
permanecimos una hora más esperando hasta que ellos nos llevaron directo a Coyhaique.
Miguel: El viaje hasta la ciudad fue
diferente, de mayor duración, carretera entre baches y ripio. Al final, pasé
por Cerro Castillo y casi al llegar la noche llegué a la ciudad al encuentro
con las chicas. También se dio el reencuentro con Mónica y Jaime un par de
colombianos que llevan más de 2 años viajando en combi por Sudamérica.
Pollo: Las chicas se unieron a la reunión y
en unos minutos conocimos a Vanne la chilena con alma de viajera y corazón
colombiano quien nos dejaría compartir su amor por Colombia y su hazaña de
llegar hasta México, sola y a dedo. Grandes historias y hermosos recuerdos ja,ja,ja,pío,pío,pío.
María: La experiencia de conocer otro país,
nueva cultura, estilo de personas y demás también trae sus retos. En esta
ciudad conocí a un caballero incapaz de aceptar que le hablase de “usted”.
Según él, por el hecho de haber compartido algunas horas de charlas, era
suficiente para tutear y cambiar mi lenguaje. Costó mucho charlar con alguien
así. De él aprendí que con la palabra “weon” se puede charlar de muchos temas.
Por ejemplo: weon/weona los weones que lideran el país no saben hacer bien las
weadas. Nos creen weones y no cachan que las weadas no son así.
Pollo: Mientras pasamos los días en casa de
Vanne, no dejó de llover, los días fueron grises y fríos y casi no pudimos
conocer la ciudad. Lo que aprovechamos
para hablar weadas ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Puyuhuapi
Miguel: Anduve por varios kilómetros entre
vías destrozadas pero con hermosos paisajes, lagos, montañas, frío y momentos
inolvidables. Como he estado con pollo; hemos podido hacer cortas pausas en la
ruta para observar y disfrutar la ruta Austral.
María: Nuevamente emprendimos el viaje
haciendo dedo. Esta vez no esperamos ni 5 minutos cuando nos llevaron por
alrededor de 60 kilómetros entre paisajes alucinantes. Desde ese punto, nos
recogió un sociólogo el cual nos contó un poco su visión de Chile y del comportamiento
de la población en general.
José María: Para terminar de llegar hasta Puyuhuapi, viajamos con un señor;
el cual nos llevó hasta su casa camping para pasar una noche ahí. El lugar
estaba ubicado frente al lago. La población es pequeña y tiene su
encanto. Caminamos por ella e interactuamos con algunos pobladores.
La
Junta
Miguel: Salimos rumbo a La Junta. Es una
hermosa población en la ruta, justo en la vía a Futaleufú la última población
que queremos visitar en lo que va de la Ruta Austral.
Pollo: Pasamos nuestra primera noche en La
Junta y desde ese momento supimos del pronóstico del tiempo. Fueron 4 días de
lluvias que permitieron acercarnos más a Camila y Valeria. Además conocí a una
nueva amiga Maqui, la gatita más tierna con la cual pude dormir y librarme del
frío ja,ja,ja,pío,pío,pío.
José María: Tuvimos tiempo de integrarnos,
compartir, jugar y hasta ver el primer episodio de la última temporada de Game
of Throne. No se imaginan las tonterías que tuve que ver debido a que todos
estaban enloquecidos con ese episodio.
Futaleufú
Miguel: Nos dispusimos a salir a Argentina
por El Paso Internacional Río Futaleufú. Tuve la mala experiencia de encontrarme con el peor
control de migración de ingreso a Argentina. Preguntaron de todo, revisaron
todo y lo peor fue el trato que me dieron por ser ciudadano colombiano. Señalaron que por ser colombiano tendría mayor revisión.
María: Salimos hacia la frontera para pasar a la República de Argentina. En nuestra ruta nos llevó un administrador de empresa cansado de
su trabajo, un chico ingeniero de éxito, un trabajador de vías que recogió a
tres chicas más. Un par de horas y ya estábamos en Futaleufú.
Para llegar hasta la frontera, caminamos por unos minutos y después nos llevó un constructor hasta la frontera Internacional. Hicimos la salida oficial y para llegar hasta la frontera de Argentina caminamos y caminamos hasta llegar a la frontera en donde al igual que a Miguel, y de manera desagradable quien no estaba frente al registro del pasaporte pero sí al lado de la encargada, daba indicaciones públicas de qué preguntar, para poder dejarme ingresar al país. Fue un momento desagradable y de mucha tensión para ingresar nuevamente a Argentina. El funcionario intervino haciéndole comentario a la persona que hizo el registro de mi ingreso para que me preguntara y yo tuviera que responder frente a otras personas de la fila para dónde iba? Dirección? Dinero? Trabajo? Revisión de hoja por hoja de mi pasaporte mientras que mi amiga entregó el pasaporte, lo sellaron y ya. Ella me esperó frente al control de scaner de maletas. Me siento cansada de la mal atención que los funcionarios argentinos han tenido conmigo. Hasta el momento ha sido el único país de Sudamérica en donde pasar por migración ha sido una mala experiencia.
Para llegar hasta la frontera, caminamos por unos minutos y después nos llevó un constructor hasta la frontera Internacional. Hicimos la salida oficial y para llegar hasta la frontera de Argentina caminamos y caminamos hasta llegar a la frontera en donde al igual que a Miguel, y de manera desagradable quien no estaba frente al registro del pasaporte pero sí al lado de la encargada, daba indicaciones públicas de qué preguntar, para poder dejarme ingresar al país. Fue un momento desagradable y de mucha tensión para ingresar nuevamente a Argentina. El funcionario intervino haciéndole comentario a la persona que hizo el registro de mi ingreso para que me preguntara y yo tuviera que responder frente a otras personas de la fila para dónde iba? Dirección? Dinero? Trabajo? Revisión de hoja por hoja de mi pasaporte mientras que mi amiga entregó el pasaporte, lo sellaron y ya. Ella me esperó frente al control de scaner de maletas. Me siento cansada de la mal atención que los funcionarios argentinos han tenido conmigo. Hasta el momento ha sido el único país de Sudamérica en donde pasar por migración ha sido una mala experiencia.
José María: Acompañé a María y vi el mal
momento que ha pasado. La indispuso todo el camino. Logramos ser rescatados por
4 abuelos en combi que tuvieron el buen corazón de acercarnos hasta Trevelin. Cuando
llegamos ahí, ya era de noche y no había mucho ánimo de avanzar.
María: Cansada de todo, caminamos hasta la salida de la
población con destino a Esquel. Esa es otra historia…
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