COSTA ECUATORIANA
Miguel:
Después de Baños de Agua Santa, salimos hacia zona caliente. Optamos por ir
hacia La concordia y luego de algunas horas de viaje, algo de lluvia y unos minutos
de mucho calor, logramos llegar a la
primera zona de la costa de Ecuador. Nos recibiría una pareja joven,
trabajadora y muy amable. Ese mismo día nos llevaron a conocer el río y a
cruzar la moto en una Gabarra. La moto quedó suspendida en el aire y pudimos
pasar al otro lado donde se paga 1 dólar por persona y otro por la moto.
María: La
pareja que nos dio la bienvenida a la ciudad estuvieron haciendo bromas a las
que no sabía si creer o no. Que gusto encontrar personas tan valiosas y
carismáticas. Compartimos otro viaje a un nuevo río, cuya agua era cristalina y
tranquila. Además, nos llevaron a compartir con uno de sus amigos y a hacer un
recorrido nocturno por la ciudad. Esperamos verles en Colombia y recibirles en
nuestra casa.
Manta
María:
Después de tener dificultades para salir de La Concordia por motivos de lluvia,
logramos arriesgarnos y viajar así. Recorrimos un buen trayecto, descansamos en
algunos puntos; y pasada la tarde llegamos a una gran ciudad llamada Manta. La
ciudad en general huele a pescado y su clima empieza a subir de temperatura.
Sin embargo, la gente fue amable y estuvo dispuesta a compartir y dedicar
tiempo de calidad con nosotros.
Pollo:
Aquí conocí mi nuevo amigo. También viaja con sus dueños. Ellos nos acompañaron
a la playa donde pude nadar desnudo. Fue una experiencia genial.
Montañita
María:
se dice que es el lugar de la perdición; pero no todo lo que se escucha se debe
creer. De hecho pensé que no valía la pena llegar a un lugar tan negativo según
algunos comentarios de los mismos ecuatorianos. Es un lugar al que señalan como
el territorio de los borrachos, mariguaneros y perdidos de la sociedad.
Una nueva experiencia bajo las estrellas
Miguel:
En Montañita nos recibió un colombiano que ha sabido aprovechar las
oportunidades de esta ciudad y se ha quedado a trabajar allí como muchos
extranjeros más. Su propuesta fue simple y directa. Se quedan en la playa y se
bañan y dejan bajo techo y protección la moto. Tomamos su propuesta y ese
primer día, dormimos bajo las estrechas y acompañados del sonido de las olas y
de dos colombianos más (padre e hija) que viajan en moto desde Bogotá. La
segunda noche, hubo lluvia y María no podía dormir creyendo que iba a pasar un
sunnami o que las olas llegarían hasta la carpa. Ni lo uno ni lo otro. Sólo una
nueva experiencia. La tercera noche fue la mejor, el cielo estaba despejado y
lleno de estrellas. Realmente fue una excelente experiencia.
Salinas
Pollo:
salimos en la moto a la ciudad de Salinas. Los paisajes están hermosos y la
llegada a la puntilla de salinas fue genial. Estoy disfrutando cada viaje que
hace Miguel y María. Que privilegio tengo de haber sido rescatado por Miguel en
la calurosa pero noble, leal y valerosa Cúcuta.
María:
En la ruta a Salinas entramos al museo de Valdivia. Por primera vez y en vivo
pude ver pingüinos, lobos de mar y la tortuga más grande. Estoy tan feliz de
vivir esa experiencia y ya quiero llegar a las Islas Galápagos.
Pollo:
Esta mañana María estaba loca por llegar a Guayaquil. Todo porque llega Isy a
visitarnos. Recuerdan la chica que me salvó de no morir ahogado pero que
también discutió porque según ella estaba pagando y yo tenía mejor lugar para
viajar junto al conductor en la isla de Cuba? Pues ella ha vuelto y voy a ver
cómo me recibe.
Miguel:
Llegamos a Guayaquil para compartir una semana con Isy. Cada día tuvimos una
salida por el centro, caminar por el malecón y vender imanes como parte de un
ingreso para el viaje que estamos haciendo María, pollo y yo en moto.
María:
Compartir con "la loquita" como cariñosamente le llamo es genial. Ya
he compartido varios viajes y siempre sabemos llegar a un punto de complicidad.
Pollo: con la familia que conocimos en
Manta, hicimos un corto viaje a Bucay. La cascada estaba fría y no pude bañarme
en ella. Los chicos se zambulleron un poco. Miguel e Isy quedaron traumados por
el asesinato de dos patos que terminaron siendo la cena de todos. Yo trate de
no opinar y hacer el menor ruido para no terminar en la olla o tener que volver
a atacar para salvarme.
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