Últimos días en Perú antes de ingresar a Bolivia


De Cusco a Juliaca
Miguel: Abandonamos la hermosa ciudad de Cusco; ciudad que me hizo muy feliz y a la que quiero volver. Buenos recuerdos conservo de ella. Una nueva despedida, un hasta pronto y emprendimos el viaje con destino a la ciudad de Juliaca a través de 347 kilómetros.













Pollo: Salí agradecido por los días vividos en una ciudad con tanta historia y lugares mágicos. Confío que pueda regresar ahí.
Llegamos a la ciudad de Juliaca y todo estaba misterioso ja, ja,ja, pío, pío, pío. Empezando que quien nos recibió no era conocido en la zona y junto a Miguel y María nos tocó pasar unas horas preguntando y buscando la dirección. Al final; resultó siendo un buen muchacho.
María: Fue una ruta tranquila, paisajes llenos de un color amarillo y picos de nieve. Perú es un país hermoso que vale la pena explorar. El aire frío refresca nuestra vida y permite sentirlo en el rostro. Cuando llegamos a Juliaca; hicimos un ligero recorrido por la ciudad, una charla amena con quien fue nuestro anfitrión, un joven carismático que abrió las puertas de su hogar para alojarnos por dos días. Me sigo llevando buenos recuerdos de Perú y de su gente.

Camino a Puno
Miguel: Cada vez nos acercamos más a la salida del país. Aún nos quedan lugares por visitar pero ya no contamos con tiempo. Un corto trayecto de 45 kilómetros hasta Puno y nos acercamos más al siguiente país, Bolivia.
Pollo: Así es, ja,ja,ja, pío,pío,pío. Salimos de Juliaca hacia Puno y lo primero que me sorprendió fue lo cerca que estaba. Entramos a la ciudad y logramos ubicarnos en casa de una chica encantadora que pronto logró llegar a mi corazón. Últimamente ando muy sensible Ja, ja,ja, pío, pío, pío.
María: Los vientos fuertes en la ruta y lo majestuoso del lago Titicaca que se logra divisar desde la distancia; cautivaron mi atención. Amo a Perú.

Visita al lago Titicaca
Miguel: Fuimos al puerto y logramos negociar por 30 soles c/u la recogida al lugar de hospedaje más la visita a la isla flotante de los Uros y a la Isla Taquile. En Uros explican cómo se construye la isla y la manera de supervivencia. Luego ofrecen un recorrido en la flota de totora que tiene un costo de 10 soles adicionales y hacen un recorrido a otra isla flotante. Tras este tiempo se toma fotos y se observa la cultura de ellos.
María: Pasado un tiempo llega el bote principal y durante dos horas navegamos con destino a Taquile. Este fue el lugar elegido para almorzar después de subir unas cuantas escaleras que dejan observar el paisaje frente al lago. Los almuerzos van entre los 20 y 25 soles.
El guía sacó la excusa que venía una tormenta y que debíamos regresar rápidamente y por tal motivo no llegamos al punto opuesto del puerto.
Regresamos por la misma ruta por casi tres horas hasta el puerto de Puno.
Pollo: Una noche fría y un merecido descanso después de compartir con nuestra Couchsurfing que quiere denunciarme en la frontera y sospecho que es para que me quede con ella ja,ja,ja pío, pío, pío.












Rumbo a la frontera con Bolivia
Miguel: El día nos sorprende con un nuevo destino. Los miedos nos invaden pero tenemos que enfrentarlos. No tenemos lugar seguro donde ir y dormir. Solo sabemos que algo nuevo nos espera y que debemos estar preparados para ello.
María: Nos despedimos de nuestra nueva amiga y salimos con destino a la frontera. En la ruta se vuelve a ver y rodear toda la extensión del lago Titicaca. Los paisajes se mantienen vivos y conectados con Perú. 
Miguel: Remembramos nuestro ingreso a Perú hace ya casi 6 meses y aunque no queremos dejarlo, es necesario avanzar. Creo que nos asusta el cambio y empezar de nuevo en otro lugar. En la ruta, visitamos Willca Uta, un lugar que tiene una puerta misteriosa y que se dice que puede conectar a otro mundo. 
El misterio de Perú me llena de curiosidad. Estuvimos ahí por pocos minutos y avanzamos por la ruta principal hasta llegar a Desaguadero justo en la frontera con Bolivia. Nuestro ingreso a Bolivia se cuenta en el siguiente evento..

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