Cirugía a motor abierto
Oruro
Miguel: Hemos compartido con la familia motera del Alto; el día de todos los santos y la manera de recordar a los muertos. Nos invitaron a degustar las comidas preferidas del difunto en la tradición de Bolivia que se lleva a cabo el día 1 de Noviembre. Nos han explicado que por tradición, año tras año se llena una mesa de las comidas preferidas que le gustaba al difunto y después de unas oraciones, los invitados deben comer todo. Ese día fuimos los invitados y nuestro deber fue orar y comer.
María: Después de explorar el Alto y La Paz, salimos con destino a Oruro. En cuestión de unos kilómetros; avanzamos a un nuevo lugar. Coincidimos con el primer combite que es un ensayo de lo que se hará y bailará en el Famoso Carnaval de Oruro en Febrero. Un carnaval cargado de bailes, vestuarios y largas fiestas que se extiende por toda Bolivia pero que concentra toda su atención en Oruro.
Miguel: También tuvimos la oportunidad de ver la ceremonia de inicio a un club, a través de un protocolo de iniciación con los nuevos integrantes de “Lobos de Oruro” el club de moteros con quienes compartimos, historias, experiencias y buenos momentos.
Pollo: No me quería meter en más cosas
ilegales, pero aquí todos consumen coca, la diferencia es que era solamente la
hoja masticada. Con ello descubrí que aparte de ser cultural había una
industria. En mi paso por Bolivia no podía dejar de lado arte de pijchear coca, es decir; masticar la
hoja de la coca hasta obtener un poco de líquido que junto a un turrón con
sabor, evitó que me mareara o durmiese fácilmente, ja,ja,ja, pío,pío,pío. Me indujeron
a ello como parte de una costumbre en Bolivia y explicaron que es algo común y
que los trabajadores de horarios nocturnos, conductores y personas que hacen
trabajo pesado lo hacen a diario. ja,ja,ja, pío,pío,pío. Será que legalizando
la producción se acabarán los problemas del narcotráfico en el país de Miguel y
María? ja,ja,ja, pío,pío,pío.
María: Nos despedimos de las fiestas y
tradiciones en Oruro, de comer charqui que es un plato tradicional compuesto
por carne de llama desmenuzado frito, acompañado con huevo duro, mote, papa, queso
y llajua. Después de ahí nos dirigimos a Cochabamba.
Miguel: Teníamos el contacto y tranquilidad
de llegar a un nuevo hogar. Todo iba bien hasta que llegamos a la ciudad y al
ponernos en contacto con quien nos iba a recibir; nos dio la mala noticia de
que no era posible. Me descontrolé un poco porque ya era tarde y no tenía la
energía de empezar a buscar un lugar para descansar. Es la primera vez que nos
pasa esto en el viaje.
María: Viendo todo lo que estaba pasando; entré
en contacto con unas chicas que estaban hacía unos días en esa ciudad y pasó
algo mágico que nunca voy a olvidar. Es un gran ejemplo de que te puedes
encontrar con más personas buenas en la vida que aquellas que quieren hacer
daño. Resulta que entre la conversación que estuve con ellas a través del
celular y en donde les conté lo sucedido y pedía que me ayudaran a conseguir un
lugar. Un chico que escuchó la conversación, de la nada les dice a ellas que él
puede recibirnos. Solo teníamos que llegar a la plaza principal que por cierto
es maravillosa y hablar con él.
Pollo: De una pensé en que estaban locos si
íbamos a irnos con un desconocido que escuchó una conversación y nos invita a
pasar con él. Ja,ja,ja,pío,pío,pío. María también expresó lo mismo; pero que
más daba, era tarde, estábamos cansados y necesitábamos un lugar para
descansar.
Miguel: Fuimos hasta la plaza principal a
hablar con quien sin conocernos o saber algo más de nosotros nos brindó apoyo
en un momento tensionante. Quien amablemente y después de que María hablase con
él; sentimos que era el enviado por el universo para pasar unos días lindos,
ayudar un poco a formar nuevas ideas de amistad, de confianza, de cultura, de
apertura y afianzamiento en que no estamos solos y que si bien es cierto que
los dos teníamos miedo a lo desconocido; fue más importante abrirnos y no encasillar
a las personas por lo que son o tienen. Este encuentro ha dejado una gran
amistad y una excelente experiencia de vida que espero la podamos seguir
manteniendo.
Pollo: Ja,ja,ja, pío,pío,pío. Miguel, María,
él y yo estuvimos cagados del miedo la primera noche. Nos dimos cuenta de eso
porque al siguiente día todos teníamos ojeras. Esa primera noche Miguel durmió
con la navaja al lado del saco de dormir, pero al poco tiempo se quedó dormido; así
que yo la agarré y decidí cuidarlos toda la noche. No se pueden olvidar que soy
experto en artes marciales y exterminar a personas que quieran hacernos daño.
Claro que creo que me quedé dormido. ja,ja,ja, pío,pío,pío.
María: Gracias Víctor. Gracias hermano por recibirnos
y enseñarnos una parte de tu vida. Gracias al universo por presentarnos y
compartir. Teníamos que encontrarnos y el destino trazó una situación para
tener la oportunidad de conocernos. Después de
esa historia, nos despedimos y salimos con rumbo a la parte más tropical
y cercana a Brasil, la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia.
Santa
Cruz de la Sierra
Miguel: De principio teníamos claro que iban
a ser más de 488 kilómetros y que esto no era bueno para la moto ni para
nosotros. Salimos a carretera y por los cambios y mejoras en la vía había
pasado el mediodía y no habíamos logrado avanzar mucho. Además nos encontramos
con que el clima estaba inclemente y la moto se recalentaba pero en ruta no
había un solo punto bajo sombra. Hicimos pausas cortas para descansar pero la
moto seguía recalentándose.
Pollo: Tuve tanto calor que me hizo sudar las
pocas plumas que tengo ja,ja,ja,pío,pío,pío. Y más calor me dio luego de que la
policía nos persiguió como a criminales. Patalee para que me dejaran tirado y
no se arriesgaran los chicos por llevarme camuflado. Pero los policías ni se
percataron de que yo existía. El focus de atención era el bolsillo de los
chicos. Lo que no sabían ellos es que estos chicos no se iban a dejar intimidar
porque saben todos los trucos de esos sinvergüenzas. ja,ja,ja, pío,pío,pío.
María: El motivo por el cual nos persiguieron
fue debido a que había una caravana de carros y avanzamos hasta llegar al
frente y de manera lenta pausamos y vimos en la parte opuesta a la que íbamos,
un policía que hablaba con el chofer del camión. Miguel dice que le vio pero
nunca hubo señal de que tenía que esperar. Seguimos la ruta normalmente y a
unos metros vimos que un carro de policía de carretera venía a toda velocidad.
Pasó nuestra moto y se paró adelante. Inocentemente le vimos y seguimos. Justo
al pasar por el lado de la ventana nos pega un grito… Que paren!!! Fue ahí
donde nos dimos cuenta de que era a nosotros a quienes perseguían. Algunas
personas en el campo nos observaban. El policía se bajó con la mano puesta en
el arma y nos pregunta si hay un motivo para huir? Quedamos perdidos porque no
tenemos nada que ocultar. Nos pide los pasaportes y se los guarda en el
bolsillo indicándonos que debemos regresar al punto donde supuestamente violamos
la orden de PARE.
Miguel: Sabíamos que no teníamos nada ilegal
(excepto a pollo) pero estábamos solos en medio de la carretera con un policía
que se guardó nuestros pasaportes y decía que habíamos hecho caso omiso a la
orden de PARE. Automáticamente pensé en que podía querer sacarnos dinero y como
protección y registro de lo que estaba sucediendo; María empezó a grabar la
patrulla hasta llegar al puesto de control.
María: Ahí vi a varias personas dando
explicaciones y hasta a uno que pasó un billete de alta denominación al jefe de
Policía. Cuando nos tocó el turno de explicar el porqué de nuestra supuesta
huida. Dejamos claro que no hubo un llamado u obstáculo que señalara que
debíamos parar. Lo único era que había una caravana de carros pero que al ir en
moto pensamos que podíamos avanzar lentamente y por eso lo habíamos hecho.
Además, al ir tan lentos en ningún momento hubiésemos podido huir. Explicamos
que llevábamos solamente ropa y herramientas básicas para la moto. Pero para el
policía que nos siguió no fue suficiente y dio la orden de bajar todo de la
moto y llevar las cosas a la oficina para ser revisadas una a una. Miguel me dice que siga grabando y que no deje
sola las maletas. Nos separamos. Mientras él bajaba las maletas y llevaba hasta
la oficina, yo estaba en la oficina grabando todo e informando de lo que estaba
sucediendo. El policía no quiso empezar a abrir la maleta hasta que
supuestamente estuviesen todas sobre la mesa. No me despegué. Miguel entraba
con la segunda maleta y sucede que el Jefe de Policía da la orden de suspender
todo y le indica al policía que seguía nuestro proceso que escuchara lo que
habíamos explicado de no saber que teníamos que parar. Además de que ya
habíamos dicho que solamente llevábamos ropa. No le gustó de a mucho la orden,
entregó los pasaportes y nos indicó que subiésemos todo a la moto y saliésemos
de ahí.
Miguel: salimos de ahí con pocas horas de luz
a nuestro favor y empezamos a escuchar sonidos en la moto. Avanzamos hasta
llegar a la siguiente población creyendo que no lo íbamos a lograr y justo la moto se
apaga. La dejamos descansar por media hora y al prenderla arranca a medias y
con frenazos y movimientos torpes. Era de noche y no queríamos quedarnos por
ahí. Seguí forzando la moto a sabiendas que algo no iba bien. Después de una
larga hora pudimos llegar al anillo 8 de la hermosa ciudad de Santa Cruz.
Afortunadamente una familia nos esperaba entre el anillo 7 y 8. Esta ciudad
está compuesta por 8 anillos en donde la parte más céntrica es la 1 y la más
alejada la 8. Al observar el mapa se puede notar como está construida la ciudad
y como se conecta un anillo con otro.
Pollo: Con los sonidos emitidos por la
hormiga supe que estaba pidiendo un
descanso. El sonido salía del corazón. Era cuestión de una intervención rápida
de vida o muerte. Si los chicos no le sabían escuchar la íbamos a perder para
siempre. Afortunadamente, la familia donde llegamos supo entender la situación
y ayudó a que el lunes a primera hora fuese intervenida la hormiga y el
mecánico nos diese la mala noticia de que había sufrido un pre-infarto y que
posiblemente el motor había sufrido un daño irreversible. Estuvimos en sala de
espera y pasados unos minutos nos mostró la cirugía a motor abierto que debía
pasar la hormiga. Aceptamos los riesgos y empezó la cirugía a las 11 de la mañana. Media hora después, nos
dieron la buena noticia de que había sobrevivido y que tenían que hacer un
implante al eje para que volviese a rodar. Estuvo en proceso de observación y
recuperación 4 días y salió malherida pero dispuesta a luchar con todo. ja,ja,ja,
pío,pío,pío.
María: Nuestros días en casa de Raúl y su
familia resaltaron por la alegría, conversaciones y variedad de platos
compartidos. Amamos cada momento que compartimos y la amabilidad de la señora
Mónica. Un gran ejemplo de mujer.
Pollo: No hacían más que comer ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Hicieron hamburguesas vegetarianas, frappé de café colombiano, patacones,
berenjenas, todas ellas al estilo de María. Cuando ella entra a la cocina su
pulso se agita de la emoción. ja,ja,ja, pío,pío,pío. El problema es que más de una vez se fueron sin mí y creo que
fue culpa de Raúl que parece que no gusta mucho de los pollos, le escuché decir
que solo son para comerlos solo que no se atrevió porque ya sabía de mis
antecedentes. ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Miguel: Vivimos momentos de exploración en
nuevos lugares, compartimos con una hermosa familia, salimos en transporte
público, exploramos casi todos los anillos de la ciudad, degustamos sabores
autóctonos de la tierra de los Cambas, salimos al cine, al rio y fuimos
pacientes con la cirugía a motor abierto que tuvo la hormiga. Salimos
agradecidos por los resultados y por la familia que nos dio la oportunidad de
vivir juntos una semana.
Samaipata
Miguel: La magia de Gabo la encontramos en la
ruta. Mariposas amarillas revoloteando por todos lados. Una combinación de
paisajes y cambio de clima. Los 123 kilómetros que separan a Santa Cruz de la
Sierra de Samaipata nos permitieron
probar el motor de la hormiga. No quisimos exponerla mucho y decidimos llegar a
la plaza principal y buscar un lugar para descansar.
María: nos encontramos con unos colombianos
que tienen un hospedaje y una filosofía de vida que fue interesante conocer.
Además porque estamos apostando a que las cosas sucedan naturalmente. Y esos
tres días fueron suficiente para confirmarlo.
Pollo: Un equilibrio perfecto, una muestra
del universo y la vida en sí y todos conviviendo aunque era muy notorio
nuestras diferencias. ja,ja,ja, pío,pío,pío.
Rumbo
a Sucre
Miguel: Partimos de Samaipata con un plan de
voluntariado en la ciudad de Sucre. Empezamos la ruta y nos dimos cuenta que no podíamos
exigirle mucho a la hormiga. Sentía como la temperatura subía.
María: Antes de llegar a Aiquile nos
encontramos con aproximadamente 40 kilómetros de zona destapada en proceso de
recuperación. Calculamos el tiempo faltante y tomamos la decisión de parar a
comer algo y de paso solicitar el permiso para tirar la carpa. Nos encontramos
con que nos dieron una habitación y sin pedir nada a cambio. Además, pudimos
celebrar junto a ellos una noche de amigos, con chicha y coca. Al siguiente día
salimos rumbo a Sucre y unos minutos antes de llegar al hostal, las guayas del
acelerador se rompieron.
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