Entre Uruguay y Brasil


María: Llegó la hora de despedirnos de la linda pareja que nos apoyó en Rocha. El día era gris y frío pero mi salud estaba mejor. Durante unos 100 kilómetros avanzamos por terrenos uruguayos para dejar atrás otra historia y empezar nuevas experiencias con un idioma diferente y una cultura muy cercana a la nuestra. Es decir, a la colombiana. Abandonamos Uruguay para hacer ingreso a Brasil por la frontera con Chuy.
José María: Me presenté en migración y mi poco portuñol fue suficiente para que me dejaran pasar. La gente estaba alegre y curiosa de nuestro viaje en motocicleta.  Una nueva frontera amable que nos abría las puertas en nuestro viaje.
Pelotas
Pollo: Cuando los chicos me dijeron que debíamos llegar a Pelotas pensé si se habían equivocado en el uso de la preposición “A” en vez de “En" ja,ja,ja,pío,pío,pío. Lo siento es que ese día llegamos a la segunda ciudad más importante del departamento de Rio grande do Sul, llamada “Pelotas" y con el frío que traía no quería saber nada de sacarme los trapitos que cargo puesto.
Miguel: Nos recibió un caballero muy amable y divertido que liberó tiempo de su trabajo para mostrarnos la historia de la ciudad  y compartir tiempo de calidad con nosotros. Dudú fue el primero en recibirnos en Brasil y enseñarnos con sus actos la cultura motociclista que tienen en el gran país sudamericano.  Con él supimos el significado del nombre de la ciudad cuya historia consiste en que Pelotas es una canoa de piel  que fue usada para llevar a nado a  las mujeres que hacían la labor de despellejar los animales al otro lado del río con el mismo nombre.
María: Con Dudú y su esposa tuvimos lindas experiencias y pronto se hizo una linda conexión que será recordada por siempre. Hemos tenido un gran recibimiento y compartido tiempo de calidad. Conocido el centro de la ciudad, algunos amigos, reconocido los dulces que son famosos en todo Brasil y como todo en nuestro viaje, hemos tenido que dar un abrazo y un hasta pronto ya que el viaje continúa por la ruta que nos llevará hasta Canoas.
Canoas
Miguel: El día parecía tranquilo, pero el viento empezó a golpear y aun así salimos a la ruta. Durante algunos kilómetros recibimos el viento, el clima caluroso y los paisajes verdes que nos acompañaron hasta el  encuentro con un gran hombre cuyo corazón y pasión por apoyar a los viajeros son su motor de vida. Con él logramos una excelente comunicación y más apoyo para seguir conociendo Brasil, su gente y cultura.
María: Quedé agradecida con Nilo por su recibimiento, sencillez y gran hermandad. Su ejemplo nos hace confirmar el valor de cada apoyo e ir avanzando en nuestro plan de conocer lo más que podamos de Sudamérica, su gente y cultura. Son esas experiencias que solo quienes viajamos en moto y logramos tener esta oportunidad de contar con alguien en cada punto de llegada, podemos comprender.
Capão da Canoa
Miguel: Nos despedimos de otro gran hombre que cuidó y orientó nuestro viaje en los primeros días en Brasil.  Avanzamos por buenas rutas con el mejor clima que he sentido después de muchos días de frío. Fueron poco kilómetros, muchos peajes pagos y ya estábamos en Capão da Canoa con una pareja que nos recibió y permitió conocer las playas y la ciudad, además de descansar y compartir con ellos cortos pero significativos momentos.
Urubicí
Pollo: Preparé mis cosas y junto a los chicos y José María tomamos una ruta de aventura por Serra do Río do rastro. Lo que no sabíamos era que la hormiga nos iba a reclamar tanto abuso de ponernos encima de ella y subir por cuestas y curvas. Casi que nos deja tirados en un lugar mágico y de clima fresco ja,ja,ja,pío,pío,pío.
Miguel: Cuando hicimos la ruta y logramos calmar a la hormiga. Llegamos a la pequeña ciudad de Urubicí. La dueña del hospedaje donde nos quedamos no estaba pero llegó al otro día y pudimos conocerle y conocer su aventura en moto. Me sorprendió que conducía una moto más pequeña que la nuestra y ya había ido a Chile. Una linda experiencia conocerle y contar con ella para descansar, compartir historias, comer y tomar fuerzas para continuar la ruta.
María: Desde que nos adentramos a la Sierra y recibimos el cambio de clima empecé a mejorar. Confirmo una vez más que amo la naturaleza, el clima fresco, los paisajes imponentes y la aventura de andar en moto libremente por rutas que nos muestran rincones mágicos. 
Desde Urubicí, emprendimos un corto viaje a Serra do Corvo Branco. El clima nos acompañaba, el lugar es imponente y capaz de dejarme sin palabras jajaja. Cuan sorprendente es esta aventura que hace más de 18 meses emprendimos en moto desde el norte de Colombia. Ahora analizo cuanto hemos recorrido, ciento de experiencias vividas, personas con las que hemos convivido, charlas que hemos mantenido y todo bajo el mismo cielo del gran continente de Sudamérica.
Palhoca
Pollo: Cuando nos despedimos de Rebeca, el cielo estaba gris y parecía que iba a estallar una tormenta que era imposible evadir. Los chicos me metieron bajo una capa amarilla y ya no supe por dónde íbamos ja,ja,ja,pío,pío,pío. Por momentos me sentí mareado de dar vueltas en curvas y cuando hablaron de que faltaban 10 kilómetros por llegar a casa, el cielo no aguantó más y soltó todo cuanto tenía.
Miguel: Transitamos por una excelente ruta que nos llevó de la sierra al litoral. Fuimos recibidos por el hermano Bruno quien nos recibió junto a su familia. Éramos los primeros en llegar a su hogar. Nos brindaron lo mejor y enseñaron a hacer el mejor feijão hasta ahora probado.
María: Una vez en la ciudad de Palhoca y junto a tan lindos anfitriones, fuimos a conocer uno de los lugares más promovidos para pasar el verano. Es la famosa ciudad de Florianópolis con sus playas y lugares limpios, lujosos y con altos precios. No puedo decir mucho más que eso ya que no quedé ahí pero supe identificar fácilmente los precios.  
São José dos Pinhais
Miguel: Nos despedimos de Bruno e iniciamos ruta hacia São José dos Pinhais que queda cerca de Curitiba la capital del estado de Paraná. 
En la ruta nos desviamos al Balneario Camboriú en donde tuvimos la guía de un ciudadano amable que al vernos en ruta y un poco desorientados, tuvo la amable idea de guiarnos y acompañarnos por lugares y miradores que hay en el balneario. Son esos detalles simples que hacen la diferencia. Esas pequeñas muestras de la hospitalidad que hay en algunas personas y de que el universo conspira para que vivamos buenas experiencias. Después de ese detalle avanzamos hasta el hogar de Carvalho.
María: Con una sonrisa y amabilidad fuimos recibidos en São José dos Pinhais en donde no tuvimos mucha suerte con el clima pero sí con los anfitriones. 
Seguimos sintiéndonos livianos y amados por quienes comparten un espacio y un hogar con nosotros. Además de enseñarnos sus costumbres, también se interesan por las nuestras. Y es así como este viaje por la gran Sudamérica nos ha estado aportando grandes e invaluables experiencias. Con lluvia salimos a la gran ciudad de São Paulo.

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