POLLO RECORRE REPÚBLICA CHECA
Un recorrido por Praga Y Karlovy Vary
Estando en Mainz, Alemania. Tomamos la decisión de viajar unos
días a República Checa. Todo estaba preparado para que nada fallara. Sabíamos
que a diferencia de los otros lugares, en ese país no se usa euro sino Corona
Checa Czech (CZK). Además, tendríamos que viajar en bus durante más de 8 horas
hasta München en Alemania y cambiar de bus para viajar otras 6 horas hasta
llegar a Praga. Con todo y esos sentimientos encontrados decidimos viajar allí.
¿Qué podía pasar? Los tiquetes estaban comprados, los hostales separados,
Corona Checa en efectivo y hasta algunos euros extra.

La noche transcurrió tranquila y la conexión con el otro bus fue buena. Fue cuestión de presentar tiquete y pasaporte, y ya viajábamos tranquilos por varias horas hasta que llegamos a la madrugada fría de cero grado a Praga. Esperando que calentara un poco; nos quedamos por más de una hora en el terminal. Además era bueno saber dónde quedaba para la siguiente conexión. El primer gran choque fue el idioma. Era menos común escuchar ese acento que para nuestros oídos era casi ruso. Esta vez decidimos ir directamente al hostal para ver qué tan cerca estaba y si era posible dejar el morral. Y aunque el costo era muy bajo, resultó ser la mejor opción, en excelente ubicación y con desayuno incluido. La atención por parte de la recepcionista fue excelente; aunque no tanto de la encargada de cocina. Una vez registrados decidimos salir a hacer nuestra primera exploración de la ciudad. El costo de las dos noches en el Hostel fue de CZK 338.00 que es un valor en euros de €16,00.

El top 10 de Praga
2. Ver la plaza de la ciudad vieja y el reloj astronómico.
3. Hacer un recorrido por el puente de Carlos.
4. Visitar el barrio judío.
5. Hacer un recorrido por la Plaza Wenceslao.
6. Asistir a un concierto en el Rudolfinum. Es el segundo edificio
neorrenacentista más importante de Praga, después del Teatro Nacional. Fue
construido en la segunda mitad del siglo XIX por J. Zítek y J. Schulz. Tras la
segunda Guerra Mundial, el edificio albergó también el Parlamento
checoslovaco.
Actualmente, es la sede de la famosa Orquesta Filarmónica Checa,
fundada en 1996.

7. Caminar y subir hasta Petrín (Monte Diana). También se puede
hacer en el teleférico. La construcción de acero mide 63,5 metros de altura. El
núcleo de la construcción es un tubo octagonal y en su interior está instalado
el elevador alrededor del cual hay dos escaleras de caracoles de 299 escalones.
Una para subir y otra para bajar.
8. Observar la arquitectura antigua y moderna de la ciudad.
9. Visitar y comer algo típico en algún restaurante de la ciudad
en los estrechos callejones medievales de la Ciudad Vieja.
10. Visitar el castillo y la casa de Frank Kafka




Al subir al mirador de Petřín nos pudimos detener en el laberinto de espejos de allí. Ese laberinto fue construido como pabellón del Club de Turistas Checos, en ocasión de la Exposición Provincial Conmemorativa que se efectuó en Praga en el año 1.891. El laberinto cuenta con 35 espejos normales y 15 adulterantes.
Esa noche, aprovechamos para ver la belleza del puente y la plaza
en la noche. Mucha vida nocturna; pero nosotros, viajaríamos a otra ciudad y no
queríamos perder la conexión.
KARLOVY VARY
Temprano salimos rumbo a Karlovy Vary. Viajamos en bus con todas
las comodidades desde la estación Florenc a Karlovy Vary. El tiempo fue de 2:00
horas y el costo final de €6,30. Todo fue bien hasta que hicieron entrega
de la habitación privada en un hotel en donde se pagó 5 veces más que el de
Praga; y además, conservaba un olor a cigarrillo y humedad que no valía la
pena. El costo fue de 845,00 Kč un equivalente a €38.00 con desayuno incluido.
Hicimos una caminata solos por la ciudad. Muchas personas
comprando las jarras para llenarlas de agua caliente. Karlovy Vary, se
caracteriza por tener las Columnatas. El balneario de Karlovy Vary fue
fundado alrededor del año 1.350 por el rey checo y emperador del Sacro Imperio
Romano Carlos IV. Las fuentes curativas tanto frías como calientes de
temperatura entre 9°C y 73,4°C se usan con intenciones curativas. Se dice
que tienen efectos rejuvenecedores y ayudan a vivir muchos años. La probé y
ahora espero vivir muchos años más para seguir viajando y conociendo de la vida.
Teniendo en cuenta que es saludable caminar, junto a María
decidimos visitar varias fuentes, disfrutar la naturaleza, el río, las
iglesias, construcciones de la antigua unión soviética, saborear una comida que
no fue de nuestro agrado, ver el Grandhotel Pupp donde se grabó una escena de
“Casino Royal” del 007 James Bond.
Justo al lado del hotel, se puede acceder a varios miradores.
Pero, como era tarde y llegó la lluvia; decidimos ir al hotel. El siguiente día
sería diferente.
Estando en Karlovy Vary recomiendo hacer un recorrido por las
Columnatas
2. Columnata del Molino. Fue construida entre 1.871 y 1.881. La
columnata cuenta con 132 metros de largo y q3 de ancho. En la terraza de la
columnata del Molino pueden admirar 12 estatuas alegóricas que representan los
diferentes meses del año.
3. Columnata de jardines. Construida en 1881. Es uno de los
más fríos, su temperatura apenas supera los 30°C.
4. Columnata del Mercado. Fue edificada en 1883 en el lugar
donde en tiempos antiguos se encontraba el primer ayuntamiento.


5. Columnata del Castillo. Fue construida entre 1911 y 1913.
Edificada en el barrio más antiguo de la ciudad al pie de un peñón.
Con la energía al máximo y un excelente desayuno en el Hotel
alistamos todo y salimos a visitar la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo. Como
estaba cerrada, seguimos la línea de transporte y nos introdujimos en el bosque
siguiendo la ruta del salto del ciervo. Lo que no sabíamos era que íbamos a
descubrir otros maravillosos miradores y pequeños paraderos que brindaban una
tranquilidad máxima. Al final cuando no encontrábamos el mirador y ya a punto
de renunciar a tanta caminata solos entre el bosque, lo logramos. No era la
mayor cosa. Fueron mejor los demás hallazgos.
Al llegar al punto de partida del funicular, decidimos que era
mejor retomar la caminata y seguir la señalización con línea azul. Recomendamos
esa ruta. Solamente llegar al funicular, tomar el camino de la izquierda y
seguir las fechas azules (hay otros colores).
En el camino nos encontramos con un lobo. Lo primero que preguntó era que si veníamos de la casa de Caperucita. - Respondí que no- Que veníamos de Colombia- Entonces, comprendió que veníamos de lejos y nos indicó la mejor manera de llegar y disfrutar del encanto del bosque.
En el camino nos encontramos con un lobo. Lo primero que preguntó era que si veníamos de la casa de Caperucita. - Respondí que no- Que veníamos de Colombia- Entonces, comprendió que veníamos de lejos y nos indicó la mejor manera de llegar y disfrutar del encanto del bosque.
Después de más de media hora, encontramos el mirador. Es un lugar al que
se puede acceder gratis o pagando si tienes limitaciones o pereza de caminar.
Luego se sube a la torre después de pasar 150 escalones. Vale la pena hacerlo.
Disfrutamos de la tranquilidad del bosque así que regresamos por el mismo
camino. Nos acompañó un poco de lluvia pero al final logramos llegar a tiempo
para almorzar y cenar.
Sitios con miradores

1. Mirador Diana. La torre está abierta así como el funicular. La
torre con mirador tiene 35 de alto y fue construida en 1.914. Se puede acceder
a través del teleférico que se encuentra cerca al restaurante en el bosque.
2. Salto del ciervo. Una pequeña roca con estatua metálica de
gamuza creada en 1.851. Se encuentra cerca del restaurante del bosque.
3. Mirador Carlos IV. Es el mirador más antiguo de Karlovy Vary.

5. Mirador Goethe. Construido en 1.889. Es el segundo mirador más
antiguo de Karlovy. Cuenta con 42 metros de alto, está construido de ladrillos,
en estilo neogótico.
Teníamos que decir adiós a Karlovy Vary. Calculamos el tiempo
faltante y decidimos caminar hasta la estación Dolní Nádraží Karlovy Vary. Lo
que no sabíamos es que hay dos; y que lo que la diferencia, es un nombre
que es pequeño y no se ve en la estación. Realmente teníamos que salir era
desde la estación Horní Nádraží.
Ese día sentimos que la comunicación se da a través de señas y que
es muy funcional cuando el idioma no llega. Y es que ese día tendríamos que
enfrentarnos al idioma checo.
La revisión que María había hecho el día anterior a través de
Google Maps no era suficiente para asegurar el destino de partida a Alemania.
El ticket señalaba a Karlovy Vary - Cheb. Y el mapa señalaba a Dolní Nádraží.
Cuando estábamos sentados frente a la pantalla notamos un leve
error de 5 minutos de diferencia y María quiso confirmar que estábamos en el
lugar correcto. Nos dirigimos a una oficina y allí confirmamos que debíamos
salir hacia la otra estación. Como pudimos, buscamos el traductor de inglés;
pero ahí supimos que la señora no hablaba el idioma y que se limitaba a
hablarnos en checo y fueron más útiles las señas y trazos en una hoja que las
palabras. Al final, llegó un tren y sabiendo que debía esperar en la otra
estación nos subimos ahí con la esperanza de que no nos multaran y pudiéramos
pagar el excedente para llegar a la otra estación.
Antes de arrancar el tren, la revisora de tiquete se dirigió a nuestro puesto y al mostrar el tiquete original y los trazos hechos anteriormente, nos habló en alemán e inglés para decirnos que debíamos bajar y e ir a la otra estación. María intentó confirmar que lo sabía pero que quería pagar el excedente para llegar hasta la estación. Sin embargo, nos hicieron bajar. La señora que antes nos había retenido con sus señas y frases en checo, pegó un grito y señaló que nos llevaran a la próxima estación, fue lo que entendimos; porque automáticamente la revisora cambió su actitud y cobró el tramo para la siguiente estación. Lo que la primera había hecho por ayudar, la segunda le importó poco; ya que al llegar a la estación, dijo que era momento de que nos bajásemos y subiésemos al tren que estaba estacionado. Así lo hicimos, pero María intuía que no era correcto porque la hora señalada para salir no era esa. Decidimos descender e ir hacia un señor misterioso que en medio del campo abierto y sin aviso de ninguna estación mantenía en su mano una cinta de precaución- No pase- y desempeñaba el rol de encargado de autorizar o no la salida del tren. Al verle, les mostramos nuestro tiquete y al revisar en la tablet y verificar en el reloj, pudo constatar que faltaba más de 40 minutos. Haciendo un gesto de cierre y despedida nos dejó solos en el campo abierto que causaba terror. Parecía un personaje de miedo de las películas de Hollywood.
Esa tarde deseamos que el tiempo pasase rápido y que pronto
pudiésemos salir de ahí. En unos minutos apareció más gente y luego a través de
unos parlantes se anunció en checo e inglés que el tren estaba atrasado por 10
minutos, justos los que tenía que utilizar en la conexión de Cheb. El trayecto
fue de 1 hora.
Cuando llegó el tren subimos a él y pudimos constatar la
diferencia de trenes. Era un tren salido de las películas antiguas o de la
Unión soviética y a través de las ventanas se podía ver los campos solos y
casas destruidas por los años y la poca población en esos lugares. Al pasar la
persona encargada de la revisión de tiquetes aprovechamos para decirle dos
puntos. El primero, que teníamos una conexión pero que por el atraso no
sabíamos que hacer. El segundo, que necesitábamos una conexión para recargar el
celular. Así que muy amable nos hizo pasar a la clase 1 y usar la base de
recarga.
Nos quedamos sorprendidos que un tren de ese tipo a pocos vagones
de donde nos habíamos sentado; tuviese clase 1 con aire y con muebles cómodos.
Por un momento pensamos que definitivamente esa necesidad de separar a las
personas por clase es lo que contribuye a que crezca la desigualdad o el hecho
de considerar a alguien por lo que tiene o puede pagar. Esa tarde llegamos a la
estación Cheb y haríamos uso de un tren alemán. Afortunadamente esperaban los
pasajeros del tren. Dos horas después, estábamos en territorio alemán y
llegaríamos a Nürnberg. El trayecto fue de 2 horas hasta allí. Sin embargo,
hubo otro retraso y la conexión desde Nürnberg a Frankfurt que duraría 2:30 fue
más que eso; y por tal motivo, al llegar a Frankfurt ya no podía tomar el S8
rumbo a Mainz. Terminamos llegando a casa o mejor al castillo blanco donde vive
mi princesa la cerdita más dulce y simpática que jamás he visto; pasada las 2
de la mañana. Tenía tantas ganas de volver a verle que el viaje se me hizo una
eternidad pero supimos llegar. El costo de la ruta desde Karlovy Vary a Mainz
fue de €29,00.
Top 10 de las cosas que hacer en Karlovy Vary
1. Visitar las Columnatas
2. Caminar por los alrededores del canal y observar las porcelanas
para el agua caliente.
3. Visitar la iglesia de Santa María Magdalena. La iglesia data de
la época entre los años 1732- 1736. En el interior se encuentran dos madonas
góticas.
4. Caminar por los jardines Smetana.
5. Hacer una visita al teatro municipal (pagar 100CZK)
6. Sentarse a leer en los jardines Dvorák
7. Hacer el recorrido por el bosque y hacer uso de los diversos
miradores.
8. Asistir a un concierto con la Symfonický Orchestr
9. Visitar la Torre del Castillo.
10. Hacer uso de uno de los tantos balnearios públicos (Baños de
Elizabeth, Baños de Castillo)




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