POLLO RECORRE REPÚBLICA CHECA

Un recorrido por Praga Y Karlovy Vary 
Estando en Mainz, Alemania. Tomamos la decisión de viajar unos días a República Checa. Todo estaba preparado para que nada fallara. Sabíamos que a diferencia de los otros lugares, en ese país no se usa euro sino Corona Checa Czech (CZK). Además, tendríamos que viajar en bus durante más de 8 horas hasta München en Alemania y cambiar de bus para viajar otras 6 horas hasta llegar a Praga. Con todo y esos sentimientos encontrados decidimos viajar allí. ¿Qué podía pasar? Los tiquetes estaban comprados, los hostales separados, Corona Checa en efectivo y hasta algunos euros extra.

La noche transcurrió tranquila y la conexión con el otro bus fue buena. Fue cuestión de presentar tiquete y pasaporte, y ya viajábamos tranquilos por varias horas hasta que llegamos a la madrugada fría de cero grado a Praga. Esperando que calentara un poco; nos quedamos por más de una hora en el terminal. Además era bueno saber dónde quedaba para la siguiente conexión. El primer gran choque fue el idioma. Era menos común escuchar ese acento que para nuestros oídos era casi ruso. Esta vez decidimos ir directamente al hostal para ver qué tan cerca estaba y si era posible dejar el morral. Y aunque el costo era muy bajo, resultó ser la mejor opción, en excelente ubicación y con desayuno incluido. La atención por parte de la recepcionista fue excelente; aunque no tanto de la encargada de cocina. Una vez registrados decidimos salir a hacer nuestra primera exploración de la ciudad. El costo de las dos noches en el Hostel fue de CZK 338.00 que es un valor en euros de €16,00. 
Al salir a la calle, notamos que mucha gente ya hacía sus recorridos y el frío se aferraba a nuestros huesos. Vimos muchos lugares y después de un rato; no teníamos ánimo de ir solos, así que nos acercamos a un grupo de habla español para saber de qué se trataba, pero la persona que lo dirigía un español; nos pidió no interrumpir y esperar el otro grupo. Nos molestó su actitud prepotente y abandonamos la idea. Sin embargo, no habíamos caminado 10 metros por la plaza principal donde se encuentra el Reloj astronómico, Iglesia de Nuestra Señora de Týn, cuando un chico mexicano nos abordó y preguntó si estábamos interesados en tomar el “tour free” por los lugares más representativos de la ciudad. Nos entusiasmó la idea y una vez resuelta la pregunta de ¿cuánto tiempo? y las verdaderas condiciones para el pago?. Optamos por aventurarnos con el grupo. La explicación fue que el tiempo de recorrido era de tres horas y al final si nos gustaba, podíamos dar a conciencia un pago. Si no tampoco pasaba nada.

Definitivamente nos gustó la idea y la amabilidad de este chico quien nos presentó a un grupo ya conformado en su mayoría por gente mayor de Argentina, unas chicas de chile, unos chicos de México, nosotros dos y el guía que es venezolano. Fue la mejor decisión.

El top 10 de Praga  
1. Tour por la ciudad vieja.

2. Ver la plaza de la ciudad vieja y el reloj astronómico.

3. Hacer un recorrido por el puente de Carlos.

4. Visitar el barrio judío.

5. Hacer un recorrido por la Plaza Wenceslao.

6. Asistir a un concierto en el Rudolfinum. Es el segundo edificio neorrenacentista más importante de Praga, después del Teatro Nacional. Fue construido en la segunda mitad del siglo XIX por J. Zítek y J. Schulz. Tras la segunda Guerra Mundial, el edificio albergó  también el Parlamento checoslovaco. 

Actualmente, es la sede de la famosa Orquesta Filarmónica Checa, fundada en 1996.

7. Caminar y subir hasta Petrín (Monte Diana). También se puede hacer en el teleférico. La construcción de acero mide 63,5 metros de altura. El núcleo de la construcción es un tubo octagonal y en su interior está instalado el elevador alrededor del cual hay dos escaleras de caracoles de 299 escalones. Una para subir y otra para bajar. 

8. Observar la arquitectura antigua y moderna de la ciudad.

9. Visitar y comer algo típico en algún restaurante de la ciudad en los estrechos callejones medievales de la Ciudad Vieja.  

10. Visitar el castillo y la casa de Frank Kafka

              El recorrido y las experiencias fueron maravillosos. Intercambiar con latinos, hablar con los abuelos, ver la energía que tenía nuestro guía y la manera tan apasionada con que contaba cada historia. Terminamos siendo un grupo que luego hicimos la actividad de la tarde juntos. En el grupo después de almorzar se unieron dos jóvenes de Barranquilla y nos sentíamos como en casa. ¡Que hermoso fue volver a escuchar el idioma de María!. Esa noche, terminamos cenando como viejos amigos; aunque teníamos claro que cada uno tenía su plan. Dijimos adiós y regresamos al hostal. Esa noche disfrutamos del lenguaje universal de la risa. Aunque teníamos varias nacionalidades compartimos habitación con un joven que le costaba respirar y que gracias a su ruido extremo los demás no pudimos dormir tranquilamente. Sin embargo, fue tan loca la noche que algunos salieron pasada la medianoche a caminar; porque no podían conciliar el sueño. Fue el caso de una pareja con la que luego tuvimos la oportunidad de compartir y salir a cenar al siguiente día.

El día dos de nuestra estadía en Praga decidimos caminar sin mucho rumbo fijo. El mapa señala algo; pero María no sigue las instrucciones tradicionales y como pequeña rebelde toma otras rutas. Afortunadamente no terminamos donde no debíamos. En vez de tomar el teleférico o tren que lleva al monte Diana y la pequeña torre Eiffel decidimos ir caminando entre el bosque; sin embargo, María  no se resistió a subir la pequeña torre Eiffel y pago para ir al último piso, solo que sentimos que no valió la pena. Además también se podía caminar entre los escalones y pagar nada.



Al subir al mirador de Petřín nos pudimos detener en el laberinto de espejos de allí. Ese laberinto fue construido como pabellón del Club de Turistas Checos, en ocasión de la Exposición Provincial Conmemorativa que se efectuó en Praga en el año 1.891. El laberinto cuenta con 35 espejos normales y 15 adulterantes.
                       

Esa noche, aprovechamos para ver la belleza del puente y la plaza en la noche. Mucha vida nocturna; pero nosotros, viajaríamos a otra ciudad y no queríamos perder la conexión.
KARLOVY VARY
Temprano salimos rumbo a Karlovy Vary. Viajamos en bus con todas las comodidades desde la estación Florenc a Karlovy Vary. El tiempo fue de 2:00 horas y el costo final de €6,30.  Todo fue bien hasta que hicieron entrega de la habitación privada en un hotel en donde se pagó 5 veces más que el de Praga; y además, conservaba un olor a cigarrillo y humedad que no valía la pena. El costo fue de 845,00 Kč un equivalente a €38.00 con desayuno incluido.
Hicimos una caminata solos por la ciudad. Muchas personas comprando las jarras para llenarlas de agua caliente. Karlovy Vary, se caracteriza por tener las Columnatas. El balneario  de Karlovy Vary fue fundado alrededor del año 1.350 por el rey checo y emperador del Sacro Imperio Romano Carlos IV. Las fuentes curativas tanto frías como calientes de temperatura entre 9°C y 73,4°C  se usan con intenciones curativas. Se dice que tienen efectos rejuvenecedores y ayudan a vivir muchos años. La probé y ahora espero vivir muchos años más para seguir viajando y conociendo de la vida.  

Teniendo en cuenta que es saludable caminar, junto a María decidimos visitar varias fuentes, disfrutar la naturaleza, el río, las iglesias, construcciones de la antigua unión soviética, saborear una comida que no fue de nuestro agrado, ver el Grandhotel Pupp donde se grabó una escena de “Casino Royal” del  007 James Bond.
Justo al lado del hotel, se puede acceder a varios miradores. Pero, como era tarde y llegó la lluvia; decidimos ir al hotel. El siguiente día sería diferente.
Estando en Karlovy Vary recomiendo hacer un recorrido por las Columnatas
1. Columnata de la fuente. Fue construida entre los años 1.971 y 1.975. La fuente es el manantial que emana en el pabellón hasta una altura de 14 metros.

2. Columnata del Molino. Fue construida entre 1.871 y 1.881. La columnata cuenta con 132 metros de largo y q3 de ancho. En la terraza de la columnata del Molino pueden admirar 12 estatuas alegóricas que representan los diferentes meses del año.



3. Columnata de jardines.  Construida en 1881. Es uno de los más fríos, su temperatura apenas supera los 30°C.

4. Columnata del Mercado.  Fue edificada en 1883 en el lugar donde en tiempos antiguos se encontraba el primer ayuntamiento.


                    



5. Columnata del Castillo. Fue construida entre 1911 y 1913. Edificada en el barrio más antiguo de la ciudad al pie de un peñón.

                
Con la energía al máximo y un excelente desayuno en el Hotel alistamos todo y salimos a visitar la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo. Como estaba cerrada, seguimos la línea de transporte y nos introdujimos en el bosque siguiendo la ruta del salto del ciervo. Lo que no sabíamos era que íbamos a descubrir otros maravillosos miradores y pequeños paraderos que brindaban una tranquilidad máxima. Al final cuando no encontrábamos el mirador y ya a punto de renunciar a tanta caminata solos entre el bosque, lo logramos. No era la mayor cosa. Fueron mejor los demás hallazgos.


Al llegar al punto de partida del funicular, decidimos que era mejor retomar la caminata y seguir la señalización con línea azul. Recomendamos esa ruta. Solamente llegar al funicular, tomar el camino de la izquierda y seguir las fechas azules (hay otros colores). 

En el camino nos encontramos con un lobo. Lo primero que preguntó era que si veníamos de la casa de Caperucita. - Respondí que no- Que veníamos de Colombia- Entonces, comprendió que veníamos de lejos y nos indicó la mejor manera de llegar y disfrutar del encanto del bosque. 
Después de más de media hora, encontramos el mirador. Es un lugar al que se puede acceder gratis o pagando si tienes limitaciones o pereza de caminar. Luego se sube a la torre después de pasar 150 escalones. Vale la pena hacerlo. Disfrutamos de la tranquilidad del bosque así que regresamos por el mismo camino. Nos acompañó un poco de lluvia pero al final logramos llegar a tiempo para almorzar y cenar.

Sitios con miradores
En total hay 180 kilómetros de sendero para los peatones y ciclistas. Los diferentes senderos cuentan con niveles de dificultad.

1. Mirador Diana. La torre está abierta así como el funicular. La torre con mirador tiene 35 de alto y fue construida en 1.914. Se puede acceder a través del teleférico que se encuentra cerca al restaurante en el bosque.

2. Salto del ciervo. Una pequeña roca con estatua metálica de gamuza creada en 1.851. Se encuentra cerca del restaurante del bosque.

3. Mirador Carlos IV. Es el mirador más antiguo de Karlovy Vary.
4. Colina tres cruces. Las cruces hacen alusión a las tres cruces del Gólgota bíblico. Fueron elevadas alrededor del año 1.640.


5. Mirador Goethe. Construido en 1.889. Es el segundo mirador más antiguo de Karlovy. Cuenta con 42 metros de alto, está construido de ladrillos, en estilo neogótico.

                 

                

Teníamos que decir adiós a Karlovy Vary. Calculamos el tiempo faltante y decidimos caminar hasta la estación Dolní Nádraží Karlovy Vary. Lo que no sabíamos es que hay dos;  y que lo que la diferencia, es un nombre que es pequeño y no se ve en la estación. Realmente teníamos que salir era desde la estación Horní Nádraží.

Ese día sentimos que la comunicación se da a través de señas y que es muy funcional cuando el idioma no llega. Y es que ese día tendríamos que enfrentarnos al idioma checo.
La revisión que María había hecho el día anterior a través de Google Maps no era suficiente para asegurar el destino de partida a Alemania. El ticket señalaba a Karlovy Vary - Cheb. Y el mapa señalaba a Dolní Nádraží.
Cuando estábamos sentados frente a la pantalla notamos un leve error de 5 minutos de diferencia y María quiso confirmar que estábamos en el lugar correcto. Nos dirigimos a una oficina y allí confirmamos que debíamos salir hacia la otra estación. Como pudimos, buscamos el traductor de inglés; pero ahí supimos que la señora no hablaba el idioma y que se limitaba a hablarnos en checo y fueron más útiles las señas y trazos en una hoja que las palabras. Al final, llegó un tren y sabiendo que debía esperar en la otra estación nos subimos ahí con la esperanza de que no nos multaran y pudiéramos pagar el excedente para llegar a la otra estación.
Antes de arrancar el tren, la revisora de tiquete se dirigió a nuestro puesto y al mostrar el tiquete original y los trazos hechos anteriormente, nos habló en alemán e inglés para decirnos que debíamos bajar y e ir a la otra estación. María intentó confirmar que lo sabía pero que quería pagar el excedente para llegar hasta la estación. Sin embargo, nos hicieron bajar. La señora que antes nos había retenido con sus señas y frases en checo, pegó un grito y señaló que nos llevaran a la próxima estación, fue lo que entendimos; porque automáticamente la revisora cambió su actitud y cobró el tramo para la siguiente estación. Lo que la primera había hecho por ayudar, la segunda le importó poco; ya que al llegar a la estación, dijo que era momento de que nos bajásemos y subiésemos al tren que estaba estacionado. Así lo hicimos, pero María intuía que no era correcto porque la hora señalada para salir no era esa. Decidimos descender e ir hacia un señor misterioso que en medio del campo abierto y sin aviso de ninguna estación mantenía en su mano una cinta de precaución- No pase- y desempeñaba el rol de encargado de autorizar o no la salida del tren. Al verle, les mostramos nuestro tiquete y al revisar en la tablet y verificar en el reloj, pudo constatar que faltaba más de 40 minutos. Haciendo un gesto de cierre y despedida nos dejó solos en el campo abierto que causaba terror. Parecía un personaje de miedo de las películas de Hollywood. 
Esa tarde deseamos que el tiempo pasase rápido y que pronto pudiésemos salir de ahí. En unos minutos apareció más gente y luego a través de unos parlantes se anunció en checo e inglés que el tren estaba atrasado por 10 minutos, justos los que tenía que utilizar en la conexión de Cheb. El trayecto fue de 1 hora.

Cuando llegó el tren subimos a él y pudimos constatar la diferencia de trenes. Era un tren salido de las películas antiguas o de la Unión soviética y a través de las ventanas se podía ver los campos solos y casas destruidas por los años y la poca población en esos lugares. Al pasar la persona encargada de la revisión de tiquetes aprovechamos para decirle dos puntos. El primero, que teníamos una conexión pero que por el atraso no sabíamos que hacer. El segundo, que necesitábamos una conexión para recargar el celular. Así que muy amable nos hizo pasar a la clase 1 y usar la base de recarga.
Nos quedamos sorprendidos que un tren de ese tipo a pocos vagones de donde nos habíamos sentado; tuviese clase 1 con aire y con muebles cómodos. Por un momento pensamos que definitivamente esa necesidad de separar a las personas por clase es lo que contribuye a que crezca la desigualdad o el hecho de considerar a alguien por lo que tiene o puede pagar. Esa tarde llegamos a la estación Cheb y haríamos uso de un tren alemán. Afortunadamente esperaban los pasajeros del tren. Dos horas después, estábamos en territorio alemán y llegaríamos a Nürnberg. El trayecto fue de 2 horas hasta allí. Sin embargo, hubo otro retraso y la conexión desde Nürnberg a Frankfurt que duraría 2:30 fue más que eso; y por tal motivo, al llegar a Frankfurt ya no podía tomar el S8 rumbo a Mainz. Terminamos llegando a casa o mejor al castillo blanco donde vive mi princesa la cerdita más dulce y simpática que jamás he visto; pasada las 2 de la mañana. Tenía tantas ganas de volver a verle que el viaje se me hizo una eternidad pero supimos llegar. El costo de la ruta desde Karlovy Vary a Mainz fue de €29,00.

Top 10 de las cosas que hacer en Karlovy Vary
1. Visitar las Columnatas
2. Caminar por los alrededores del canal y observar las porcelanas para el agua caliente.
3. Visitar la iglesia de Santa María Magdalena. La iglesia data de la época entre los años 1732- 1736. En el interior se encuentran dos madonas góticas.
4. Caminar por los jardines Smetana.
5. Hacer una visita al teatro municipal (pagar 100CZK)
6. Sentarse a leer en los jardines Dvorák
7. Hacer el recorrido por el bosque y hacer uso de los diversos miradores.
8. Asistir a un concierto con la Symfonický Orchestr  
9. Visitar la Torre del Castillo.

10. Hacer uso de uno de los tantos balnearios públicos (Baños de Elizabeth, Baños de Castillo) 

   
  

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